Diferente trato de la sexualidad según la época.

Los creativos publicitarios continuamente han tendido a rendirse a la tentación del sexo a la hora de elaborar las piezas publicitarias y retransmitir sus mensajes a los receptores. Consiguen así romper con viejos dogmas o barreras socio-psicológicas instaurados en lo más fondo de la sociedad.

Hemos visto como la publicidad ha tratado el sexo desde puntos distintos y muy dispares a lo largo de la historia.

Antes del S.XXI: El sexo es un tema inadmisible (reacción) para los públicos en la televisión. Como consecuencia, el producto era transformado en algo desprestigiado, algo vulgar y por lo tanto algo negativo. Y hablaba en sus piezas de idílicos paisajes enormemente sanos, puritanos, castos y alejados de cualquier ápice de sexualidad.

A partir del SXXI: En la época actual, el sexo cobra un gran protagonismo en la atmósfera de la publicidad y, además, entran temas antiguamente inadmisibles como la homosexualidad, el exhibicionismo, sadomasoquismo, etc. todo ello buscando un efecto: la provocación por encima de todo.

Además, estos temas son muchas veces tratados desde la perspectiva del humor y buscando “captar la atención del espectador a cualquier coste”.

Así, también, como consecuencia, estas piezas dejan en el receptor un alto grado de recuerdo pero pueden lograr un efecto no deseado: el mismo receptor puede llegar a olvidar la marca: “¿Te acuerdas de aquel anuncio tan gracioso? ¿Qué anunciaba? Prevaleciendo de una manera exagerada la forma sobre el contenido.