¿Censura o estrategia?

Desde tiempos inmemoriales, cuando surge una situación de controversia entre dos organizaciones, si no hay igualdad de poderes, desde siempre el grande aplasta al pequeño. Pero hoy en día gracias a la Publicidad y a tantos años de represión que sufrieron sociedades pasadas, esto puede generar mayor impacto, del que si no hubiera existido esa actuación por parte del órgano gubernamental.

Estamos hablando de la censura del cartel, por parte de la Alcaldía de Madrid y de algunas empresas del sector de la Comunicación, de la película Diario de una Ninfómana, donde se ha dado el caso, que la promoción que llevaba dicho largometraje, pretendía hacer Publicidad exterior, como en marquesinas, autobuses, etc., a lo que Madrid se ha negado en rotundo. Todo esto ha generado un gran revuelo entre los interesados. Muy difícil lo tenemos los jóvenes, hoy día, para hacernos un hueco en el sector profesional y más difícil todavía en el de la Comunicación, como para que se vayan poniendo trabas al ingenio y a la creatividad.

Muchos profesionales dicen que la composición del cartel es elegante, erótica y nada ordinaria. Los censuradores plantean que el cartel es de “dudosa legalidad” y “gratuitamente provocativo”, a lo que cabria añadir que muchos otros carteles con otros propósitos, productos de cosmética, perfumes, etc., utilizan el cuerpo de la mujer de una manera similar y no hay actuación por parte de ningún órgano público.

Christian Molina, director del filme, dice que estos argumentos le recuerdan a la censura franquista ya que son de escaso contenido y apoyo. El autor reaccionó, a esta decisión proponiendo una alternativa de cartel, presentándolo en blanco y únicamente con el título del largometraje a lo que obtuvo la misma respuesta, la palabra Ninfómana molestaba. Algunas empresas se han manifestado a favor de la censura, como La Cope, que se pronunció al respecto negando la emisión de la publicidad de la película, y Publisistemas, empresa que tiene subcontratada toda la publicidad en los autobuses de Madrid (EMT), donde Molina recibe una negativa para realizar su campaña. Añadir a este punto que por parte de Autocontrol, que engloba a Publicistas de todo el país, no existía ningún motivo por el que no dejar que el cartel saliera a las calles, siempre y cuando se remarcara quien podía y quien no podía ver la película. Como decíamos al principio de este escrito, la repercusión obtenida de la censura, ha sido más fructuosa de lo que esperaban, o por lo menos eso han dado a entender, ya que tampoco hay que descartar que pueda ser una estrategia publicitaria del mismo director.

Como profesionales, no debemos descartar esta opción ya que se está poniendo muy de moda el generar impacto sobre los diferentes Targets, de una manera sinuosa o queriendo parecer inocente, pero con el mensaje bien claro y reforzado.

Está claro que no puedes evitar que un niño de diez años vea la publicidad en las marquesinas o autobuses, esté destinada a él o no, pero en este asunto, ¿dónde está el límite?, ¿os parece realmente ofensivo lo que transmite este cartel?, ¿es necesario quitarlo? Justamente las empresas que se han pronunciado en contra, son conocidas como conservadoras, a lo que como agencia de Publicidad, queremos añadir que el límite que ellos tienen impuesto está desfasado para la época en la que vivimos. En algunos aspectos queremos estar a la altura de Europa pero justamente en otros queremos estar a la cola. Por eso pretendemos dejar una ventana abierta a vuestras opiniones, ya que es un tema donde pueden haber muchos puntos de vista y creemos que hay que remarcar bien los límites de lo que es correcto o no.

Aquí tenéis el Tráiler de la peli y la entrevista, a la autora del libro Valèrie Tasso, donde critica esta censura.

Entrevista: http://es.youtube.com/watch?v=3ifOnF5DT9E

Tráiler:http://www.elpais.com/videos/cultura/Trailer/Diario/ninfomana/elpepuesp/20081014elpepucul_1/Ves/


Muchas gracias por tomaros las molestias y leernos.