Funcionalmente californication
Californication es una serie americana que nació hace dos años de la mano de la cadena de televisión Showtime. Si por algo se ha caracterizado la cadena mencionada es por el riesgo que han corrido en sus producciones de corta duración.
Es la creadora de series como Weeds (donde una madre de familia perfecta decide dedicarse a vender marihuana para poder seguir con su alto ritmo de vida después de la muerte de su marido) Dexter (donde se narra las peripecias de un auténtico asesino en serie), The Secret Diary of a Call Girl (que nos narra en primera persona los que haceres de una prostituta de alto standing en Londres) o la serie que nos mantendrá ocupados en este post: Californication. ¿Y que tienen en común todas estas series? La provocación.
La serie se podría incluir dentro del género de la comedia negra o del drama pero sin duda, cualquier persona que vea la serie se dará cuenta de que va mucho más allá. A simple vista, la serie cuenta mediante un puñado de escenas de sexo (donde no se deja casi nada a la imaginación) las peripecias de un autor de novelas fracasado y en constante involución. En el trasfondo, una impresionante narración propia de sus propios libros donde el sexo, las drogas y el amor son los pilares estructurales de la serie.
Al mes de ser emitida en Estados Unidos, la serie que protagoniza David Duchovny (sí, el hobrecillo de the X Files) ya se había extendido por centenares de televisiones de todo el mundo y, ya formaba parte de las series insignia de la cadena y, parte del Hall Of Fame para los Seriéfilos que, constantemente comparten y consumen series vía Peer to Peer y descarga directa.
Las críticas por parte de los sectores más conservadores no se hicieron de esperar y, fue tremendamente criticada porque, según dichos sectores, la serie transmitía una serie de valores que sin duda alguna ponían en entredicho los defendidos por las organizaciones “correctas” (alegando, claro está a la disfunción que supone la emisión de esta serie por parte de la estructura de los mass media transmitiendo valores alejados de los estabilizadores y conformistas de los propios de las series tradicionales).
Sin duda alguna, desde la perspectiva funcionalista la serie incurre en una disfunción desde el primer momento y creo que, en esa sinceridad que transmite desde el primer segundo de la primera escena del primer episodio (momento sueño) pone en entredicho todos los valores que representa la Iglesia misma y la función de vigilancia o de compulsión de normas sociales que tienen los mass media.
Y desde estos sectores no han tardado en aparecer voces disonantes llamando a regular este tipo de disfunciones en los medios de comunicación. Mecanismos como la censura son los que buscan determinados sectores para evitar las disfunciones que ha podido provocar.
Si os interesa no dudéis en bajaros la serie, eso sí, por vuestro bien que sea en V.O.
En el excelente blog de Hernán Casciari encontraréis toda la información.
Es la creadora de series como Weeds (donde una madre de familia perfecta decide dedicarse a vender marihuana para poder seguir con su alto ritmo de vida después de la muerte de su marido) Dexter (donde se narra las peripecias de un auténtico asesino en serie), The Secret Diary of a Call Girl (que nos narra en primera persona los que haceres de una prostituta de alto standing en Londres) o la serie que nos mantendrá ocupados en este post: Californication. ¿Y que tienen en común todas estas series? La provocación.
La serie se podría incluir dentro del género de la comedia negra o del drama pero sin duda, cualquier persona que vea la serie se dará cuenta de que va mucho más allá. A simple vista, la serie cuenta mediante un puñado de escenas de sexo (donde no se deja casi nada a la imaginación) las peripecias de un autor de novelas fracasado y en constante involución. En el trasfondo, una impresionante narración propia de sus propios libros donde el sexo, las drogas y el amor son los pilares estructurales de la serie.
Al mes de ser emitida en Estados Unidos, la serie que protagoniza David Duchovny (sí, el hobrecillo de the X Files) ya se había extendido por centenares de televisiones de todo el mundo y, ya formaba parte de las series insignia de la cadena y, parte del Hall Of Fame para los Seriéfilos que, constantemente comparten y consumen series vía Peer to Peer y descarga directa.
Las críticas por parte de los sectores más conservadores no se hicieron de esperar y, fue tremendamente criticada porque, según dichos sectores, la serie transmitía una serie de valores que sin duda alguna ponían en entredicho los defendidos por las organizaciones “correctas” (alegando, claro está a la disfunción que supone la emisión de esta serie por parte de la estructura de los mass media transmitiendo valores alejados de los estabilizadores y conformistas de los propios de las series tradicionales).
Sin duda alguna, desde la perspectiva funcionalista la serie incurre en una disfunción desde el primer momento y creo que, en esa sinceridad que transmite desde el primer segundo de la primera escena del primer episodio (momento sueño) pone en entredicho todos los valores que representa la Iglesia misma y la función de vigilancia o de compulsión de normas sociales que tienen los mass media.
Y desde estos sectores no han tardado en aparecer voces disonantes llamando a regular este tipo de disfunciones en los medios de comunicación. Mecanismos como la censura son los que buscan determinados sectores para evitar las disfunciones que ha podido provocar.
Si os interesa no dudéis en bajaros la serie, eso sí, por vuestro bien que sea en V.O.
En el excelente blog de Hernán Casciari encontraréis toda la información.
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